Muchas empresas se está moviendo a la nube o están pensando en hacerlo. La inversión en cloud es una tendencia al alza en la empresa. Según un reciente estudio de IDC, España tendrá un aumento de casi el 22% hasta el año 2020, lejos todavía del 51% que tiene la media europea.

Lo que quizás sorprenda algo es cómo se divide el gasto entre las diferentes tipos de tecnologías cloud, el IaaS crecerá un 25,3%, el PaaS un +31,7% y el SaaS solo un 18%. Esta última opción, el Software como servicio es la que mayoritariamente adoptan las pequeñas y las medianas empresas, aunque otras como la Infraestructura como Servicio está ganando posiciones, por ejemplo con las centralitas virtuales de teléfono (VoIP).

Según el informe de IDC, muchas empresas españolas todavía no están desarrollando ninguna estrategia cloud, en concreto un 37,9% de ellas. Por el contrario, un 22,2% de las organizaciones admite haber implementado una estrategia enfocada a cloud.

La seguridad sigue siendo uno de los impedimentos para adoptar este tipo de soluciones. Sin embargo creo que es un error. Las pymes pueden tener miedo a que alguien robe sus datos o acceda a ellos sin su permiso en un servidor que está en un centro de datos. También influye la excesiva dependencia tecnológica de un proveedor.

Y sin embargo, resulta mucho más probable que sea un empleado de nuestra empresa el responsable de la fuga de datos, ya sea de forma deliberada o accidental. Esto por no hablar de los problemas de seguridad derivados de los ataques globales, donde las pequeñas empresas son mucho más vulnerables que las infraestructuras cloud. Puede que todavía quede un poco de tiempo para que las empresas comiencen a perder sus miedos.